miércoles, 21 de junio de 2017

LA LAGUNA DE LA NAVA

LA NAVA
Al terminar las observaciones en Tierra de Campos fuimos a la laguna de la Nava. Allí había varios observatorios. Desde el primer observatorio vimos unas cuantas gaviotas reidoras y sombrías, acompañadas por una espátula común y unas garcillas bueyeras. Algunas garzas imperiales volaban y se posaban entre la vegetación de la laguna.
Espátula común, garza imperial y gaviotas
Espátula común, gaviotas y fochas
Varias parejas de aguiluchos laguneros sobrevolaban el humedal siempre mirando al suelo, buscando alimento. El aguilucho lagunero es invernante en la mayoría de Palencia pero en la Nava hay unos pocos que se reproducen. Antes (hace por lo menos 30 años) no  se reproducían en la laguna, pero con el paso de los años, observadores y ornitólogos decubrieron que los aguiluchos laguneros se comportaban un poco raro  y casi siempre se posaban en un punto de la laguna (entre carrizos) y en los veranos de los 90 se empezaron a ver los primeros aguiluchos laguneros reproductores  en la Nava.
 Aguilucho lagunero (macho)
Aguilucho lagunero (hembra)
Desde el observatorio se podían ver entre las ramas que había cerca de la orilla algunos gorriones molineros. En España hay cinco tipos de gorriones: el moruno, el común, el molinero, el alpino y el chillón. También nos dimos cuenta de que un ánsar común nadaba por las aguas de la Nava. El ánsar común es el que hace que mucha gente venga aquí a verlos, pero claro, en invierno. Este ejemplar era uno que ya se iba a quedar todo este año en la laguna. Normalmente, los ánsares que se quedan en verano son ánsares jóvenes o que no pueden migrar largas distancias.
Ánsar común
Gorrión molinero
Después fuimos al segundo observatorio. Desde allí, se podían ver vencejos comunes volar por encima de nosotros comiendo mosquitos (que era lo que más abundaba). Si estabas en silencio podías escuchar el canto de una buscarla unicolor que estaba escondida entre los juncos. Dos garzas imperiales volaron por delante del observatorio.
Garza imperial
Al día siguiente volvimos al primer observatorio, la cosa había cambiado. Ahora la espátula no estaba, sólo una garza real acompañada por unas cuantas gaviotas, y ni rastro del ánsar. Sólo garzas y gaviotas. Estuvimos un rato esperando a ver si venía algo interesante, pero lo único que apareció fue este ejemplar juvenil de aguilucho cenizo.
Aguilucho cenizo
Y así terminamos nuestro viaje por Palencia. 
Un saludo, Rapaz Salvaje.

miércoles, 14 de junio de 2017

TIERRA DE CAMPOS

POR TIERRA DE CAMPOS
Este fin de semana hemos estado en Palencia, en un pueblo llamado Villarramiel (cerca de la laguna de la Nava) observando las aves de la zona. En esta entrada os contaré la experiencia de Tierra de Campos. Lo más abundante era el cernícalo primilla (Falco naumanni), que volaba por encima de los campos planeando. Habría más de 20 posados en casitas para pájaros y otros 10 volaban por los alrededores. Los milanos reales (Milvus milvus) cada vez  son más escasos por allí, porque son invernantes (muy pocos se reproducen) en toda la zona de Palencia y entonces con la llegada del verano son menos los que hay por allí, pero todavía se ven unos cuantos. Aguiluchos cenizos (Circus pygargus) había varios, sobrevolando los campos de cultivo. La mayoría eran hembras (no sé por qué) y en cuanto a los machos eran pocos los que volaban, sólo se veían posados en postes o en zonas que no halla cereal.  Las avutardas al principio no se veían desde la carretera, pero cuando cogimos un camino de tierra para los agricultores de la zona cambió la cosa. De repente salieron séis de la bajada de una cuesta. Nosotros la íbamos subiendo, hasta que llegamos a la cima de la rampa y desde allí tuvimos una muy buena prespectiva del lugar. Y claro, mientras nosotros estábamos en la cima mirando el paisaje, al final de la rampa había un grupo de 6-5 avutardas que durante unos segundos no nos vieron, pero cuando terminaron esos segundos nos vieron y salieron volando justo en la dirección hacia la que iba el camino. Nos acercamos a ellas y por suerte no nos consiguieron ver. Justo al otro lado de la ventanilla del coche había una hembra de avutarda a menos de 40 metros, que no se fue y por el lado en el que estábamos el grupo de antes comía pacíficamente entre los campos
Aguilucho cenizo
 Avutarda euroasiática
 Avutarda euroasiática
 Avutarda euroasiática
Avutarda euroasiática
 Los busardos ratoneros volaban por encima de elllas, pegando chillidos y cazando ratones tirándose desde 4 metros de altura.
 Busardo ratonero
Busardo ratonero
Seguimos el camino hasta llegar a un puente donde descansaban en un extremo tarabillas, lavanderas blancas y boyeras, gorriones morunos y molineros. Tras pasar el puente tres avutardas, dos de ellas hembras y al otro lado del camino una hembra bastante confiada.
 Avutardas euroasiáticas
Avutarda euroasiática
Y así terminamos nuestra salida por Tierra de Campos. 
Un saludo, Bruno.

jueves, 1 de junio de 2017

LA MIGRACIÓN EN EL EMBALSE DE SANTILLANA

LA MIGRACIÓN EN EL EMBALSE DE SANTILLANA
El pasado 4 de abril, antes de ir a Valencia, tuve un encuentro con la famosa águila pescadora en el Embalse de Santillana. El día fue alucinante... Nada más entrar en el embalse un grupito de andarríos grande siguiendo a un andarríos chico pasó volando delante de nosotros. Los somormujos lavancos (ya con el plumaje estival) hacían su danza de apareamiento, todo un espectáculo. Después, en la otra orilla del embalse aparecieron cuatro tarros blancos junto a cinco archibebes comunes. Justo en aquel instante nos dimos cuenta de  que un archibebe claro descansaba entre la vegetación a unos metros de nosotros. Todo parecía normal. Hasta que de repente apareció, se escuchó un batir de alas poderoso acompañado por chillidos y planeos, el águila pescadora. Ver esta especie en carne y hueso es alucinante. Yo cogí la cámara y empecé a tirar fotos al águila, sin saber si estaba enfocando o no. La mayoría estaban desenfocadas, pero hubo dos que se salvaron.
 Águila pescadora
 Águila pescadora
Milano negro
Un milano negro vino volando a baja altura y se posó en un árbol. Es la rapaz más abundante en el embalse en verano y primavera. A diferencia del milano real, este más sociable (al menos conmigo).
Una bandada de 40-50 cormoranes grandes vino volando hacia el milano negro. Él los miraba, pensando si saltar o no.
Cormorán  grande
Lo bueno de las migraciones es que si tienes suerte puedes encontrarte aves no habituales por la zona como es el caso  de la pagaza piquirroja. Un trio volaba pegando graznidos por encima de nuestras cabezas. La pagaza piquirroja es rareza en el interior por lo que puse la observación en reservoirbirds. Este grupo de pagazas piquirrojas volaba en círculos mirando el espectáculo (los cormoranes, el milano, el águila pescadora).
 Pagazas piquirrojas
Pagaza piqurroja
Pagaza piquirroja
El milano negro es uno de los protagonistas del Embalse  de Santillana en verano. Estos volaban por encima de nosotros. Un aguilucho lagunero seguido por un águila calzada. El milano negro que se había posado antes en el árbol seguía planeando, dejándose llevar por el viento.
 Milano negro
Milano negro
Por último un andarríos grande apareció entre la hierba. Siempre tan bonitos y elegantes.
Andarríos grande
Un mes después de nuestro encuentro con el águila pescadora (a principios de mayo) volvimos al embalse. Una vez allí cogimos la cámara y empezamos a analizar todas las especies de aves que había. Las más aundantes eran las fochas (unos 30 ejemplares como máximo) y el milano negro (quizás 5 planeaban por encima de nosotros y otros 4 estaban posados en los árboles que nos rodeaban). También había varios milanos reales.
Milano 
Además de los milanos también había garzas reales, garcillas bueyeras y garcetas comunes que a veces venían en grupos de cuatro. Nos dimos cuenta de que se podía acceder a un sitio donde se veían mejor los milanos, el camino era bordeando la otra orilla hasta llegar a un árbol donde desede allí se veían mejor los milanos. Fuimos siguiendo el sendero que llevaba a nustro destino cuando nos encontramos con una pareja de somormujos lavancos. Nos dejaron acercarnos lo suficiente para que yo les sacara unas fotos de cerca.
Somormujo lavanco
Un par de águilas calzadas nos sobrevolaron. Se está notando cómo sube el número de esta especie a medida que se acerca el verano. Lo malo es que sólo salieron `cutrefotos´.
 Águila calzada
 Águila calzada
Águila calzada
Al llegar al árbol nos sorprendieron una pareja de milanos negros volando y posándose cerca de nosotros.
Milano negro
Y de repente apareció lo interesante. Una espátula común pasó volando a baja altura muy cerca de la cámara. La última vez que la vi por este embalse fue en el octubre de 2016. Son muy bonitas, sobre todo por el pico. La espátula común es migrante en Madrid y en casi toda España. Normalmente pasa por aquí entre septiembre y octubre, a veces con invernantes y de febrero a abril.
Espátula común
Los milanos seguían volando a baja altura y posándose en los árboles. Hubo uno que se puso en un árbol delante de nosotros, y de ese mismo árbol salió una garza real echando al milano. La pregunta es por qué, nosotros nos fijamos bien en el árbol. Y escondido entre las ramas apareció el nido de la garza con polluelos.
 Milano negro
 No sólo garzas reales y garcetas comunes aparecieron aquel día en el embalse, sino también martinetes. Un ejemplar volaba por encima de nosotros. El martinete común es una señal en el Santillana de que la llegada de las aves estivales ya ha comenzado.
 Martinete común
Martinete común
La espátula volvió, hizo la misma trayectoria que antes. Empezó a hacer reclamos y luego, se fue por segunda vez. Detrás de ella iban un par de garcetas comunes.
 Espátula común
 Espátula común
Garceta común
Unos 3 milanos negros vinieron de la Pedriza y se posaron en los árboles que nos rodeaban a la cámara y a mi.

 Milano negro
 Milano negro
Milano negro
Finalmente, una lavandera boyera se presentó a última hora en la orilla. Y justamente en ese momento una pareja de martines pescadores voló fugazmente detrás de ella.
Martín pescador
Lavandera boyera
La semana pasada fuimos otra vez. La cosa había cambiado, ya no había martinetes, sólo seguía la espátula. Nada más llegar, nos saludaron un trio de garcetas comunes acompañadas por una veintena de fochas. A unos 50-100 metros descansaba una garza real junto a dos tarros blancos. Era una pareja, macho y hembra. Supongo que se irán dentro de poco. Además, los milanos negros planeaban sobre ellos.
Garza real, tarro blanco, cigüeña blanca y (al fondo) una garceta común acompañada por dos garzas 
En la vallla que separaba una finca de nosotros se posó un milano negro. Parecía un ejemplar juvenil, no estoy seguro. Otro milano voló cerca de él, muy cerca de nosotros.
Milano negro
Milano negro
La tarde se fue nublando. De unos árboles, salieron un grupo de currucas cabecinegras acompañadas por un cuco. Nosotros nos acercamos al árbol desde donde vimos el martinete y la espátula. Por el camino nos topamos con varios andarríos chicos y algún archibebe común. La garza real de antes ahora estaba mucho más cerca. Ahora se podía ver mejor.

Garza real
Además a los milanos se les podía hacer mejores fotos.
Milano negro
A uno le hice una foto muy chula.
Milano negro
Cuando ya llegamos al árbol un par de tarros nos sorprendió, uno era canelo y el otro era blanco, persiguiéndose el uno al otro.
Tarro blanco, tarro canelo y somormujo lavanco
Una garza real se posó en unas ramas que había cerca de la orilla.
Garza real
Además de garzas, también había muchas anátidas como el ánade azulón o el tarro canelo.
Tarro canelo
Después de un buen rato de observación de aves volvimos a casa. Por el camino, nos encontramos con esta garceta común.
Y  así termino mi entrada. Espero que os haya gustado.
Saludos. Bruno.