jueves, 7 de septiembre de 2017

EN BUSCA DEL CHARRÁN ELEGANTE

VUELTA A VALENCIA
El pasado  14 de agosto fuimos otra vez a Valencia por el buen tiempo y la vacaciones de mis padres. Nada más llegar el primer día fuimos al Marjal del Moro, con intención de ver al charrán elegante que se lleva viendo desde hace unos meses. Quedamos con Ana (la pajarera con la que quedamos siempre que vamos a Valencia). Nada más llegar estuvimos cinco minutos esperando a ver si los martinetes del dormidero que vimos la última vez seguían utilizándolo. Y sí, seguía un jóven ya casi adulto. Fuimos atentos a la orilla de la playa para ver si aparecía algún zarapito trinador, pero nada. Al llegar al primer observatorio... Toda la laguna estaba llena de malvasías cabeciblancas. Casi todos jóvenes y hembras, pocos adultos. Este año han criado varias parejas, que es muy raro. Hace unos años, ver una malvasía era algo muy raro en el marjal. Pero como este año ha llovido tanto y no se ha secado el marjal, ya hay más de 20 malvasías. A lo lejos, a la luz del sol mañanero (siete de la mañana, nos levantamos a las seis) aparecieron 20 flamencos con dos calamones junto a dos zampullines cuellinegros (cada uno de ellos con un plumaje diferente). Vino Ana y con ella fuimos al segundo observatorio. Desde allí, más de 50 garcetas comunes revoloteaban por todo el marjal. Con ellas, una espátula y varias garcetas grandes.
 Malvasía cabeciblanca
 Zampullín cuellinegro
Zampullín cuellinegro y flamenco común
 Garcetas comunes y garcetas grandes
Os acordáis de las dos garcetas grandes que se habían quedado en el Marjal del Moro? Bueno, pues no eran dos, sino 12! Sí, hasta 12 ejemplares. En la Albufera de Valencia crian, así que estos ejemplares pueden proceder de allí. La espátula estaba entre charranes y gaviotas, era un adulto nupcial. Entre las limícolas, muy abundantes, aguja colinegra (dos, una anillada y hemos descubierto leyendo la anilla que es escocesa), correlimos común, correlimos menudo, zarapitín,  cigüeñuela, archibebe común y claro, de larolimícolas sólo canasteras (tres ejemplares, un jóven y dos adultos) y fumarel cariblanco.
 Correlimos zarapitín
Aguja colinegra
En varias ocasiones los charranes comunes y patinegros (que ya no queda ni uno en el marjal) echaron el vuelo. Como a los charranes comunes se les dio mal la puesta seguían allí, si no ya se habrían ido (siguiendo su migración).
 Charranes en vuelo
 Correlimos zarapitín
 Correlimos menudo
Correlimos menudo
En varias ocasiones apareció un ejemplar de malvasía que tenía la cabeza totalmente negra, así que seguramente sea un ejemplar joven. Hace unos años se vio uno igual.
Malvasía cabeciblanca
Ya sé que lo de la malvasía cabeciblanca no le pega mucho a este ejemplar... ja,ja,ja. Una garceta común empezó a perseguir a un chorlitejo grande. Ésta se metió entre unas plantas y el chorlitejo se alejó. Él se adentró demasiado en el marjal y le perdí de vista.
Garceta común
Decidimos ir al observatorio de los nidos de fumareles. Al llegar los nidos estaban vacíos, claro. Ya ha terminado la época de cria. En las orillas había moritos, andarríos bastardo, calamones, cigüeñuelas, muchos chorlitejos grandes y chicos, andarríos grandes, una agachadiza común y (entre los cañizos), garcilla cangrejera y avetorillos. También había varios correlimos menudos con los que pudimos comprobar los tamaños entre ellos y la agachadiza, por supuesto la agacgadiza le sacaba tres cabezas al correlimos menudo.
Agachadiza común
Volvimos al observatorio de antes. Desde allí, un pollo de charrán no paraba de piar. Detrás de él jóvenes de gaviota reidora intentando  quitarle la comida. El chorlitejo grande de antes había vuelto. Delante de nosotros había varias malvasías y un archibebe claro con un común acompañándole. Nunca antes había visto uno tan de cerca.
 Chorlitejo grande
Pollo de charrán común
 Archibebe claro
Malvasía cabeciblanca
Se acercaba la hora de irse, sólo faltaban cinco minutos. Cuando el fantástico ojo de Ana divisó detrás de un arbusto un charrán elegante. Tuvimos que quedarnos diez minutos más. No estábamos seguros de que fuera T. elegans, porque hace unos días se vio un charrán bengalí en La Albufera. Pero en unas horas descubrimos que sí que era elegans.
Charrán elegante
Y era la tercera cita en este verano: una de Ana con Fran en junio, otra la que os estoy contando y la última de Toni Alcocer .
Así terminamos nuestra mañana en el Marjal del Moro. 
Un saludo, Rapaz Salvaje.


3 comentarios:

  1. "Desde allí, un pollo de charrán no paraba de piar. Detrás de él, jóvenes de gaviota reidora intentando quitarle la comida. El chorlitejo grande de antes había vuelto. Delante de nosotros había varias malvasías y un archibebe claro con un común acompañándole. Nunca antes había visto uno tan de cerca"
    Me encanta como describes tus momentos.
    Como si yo mismo los estuviera viviendo.
    Gracias Rapaz.

    El Gavilán Viejo.

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  2. Qué tal, pequeño "pajarero",
    Vaya reuniones se forman en el Marjal de Moro. No me extraña que te guste tanto ir allí para unirte a su particular fiesta. Me viene el recuerdo de ver cientos de charranes paseando sobre nosotros. Un momento increíble que me guardo para mí.
    Preciosas las fotos, me encantan la del correlimos menudo y las garcetas entre las plantas.
    😉😘

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