Invierno en L´ALBUFERA DE VALENCIA

INVIERNO EN  L´ALBUFERA DE VALENCIA

Ya veo que he tardado un poco en esta última entrada, por eso, espero que la disfrutéis. Bueno, todo empezó el 6 de Diciembre, salimos pronto de casa y nos paramos en un restaurante de Cuenca a comer, y da la casualidad  de que, a unos kilómetros de allí, una laguna a rebosar de aves me esperaba. Y lo que hicimos fue esto, después de comer fuímos hacia la laguna llamada "Laguna del Hito". Cuando llegamos, nos saludaron unas perdices rojas. Nada más entrar, nos dimos cuenta de que estábamos en un lugar donde se encontraba una de las mayores concentraciones de grullas de España. Grullas había de aquí para allá, por todas partes, y también había grandes bandadas de cercetas comunes y otras cuantas especies más. Todavía tengo la foto de una especie de anátida que la tengo sin identificar, parece un cisne vulgar y está emparentada con la barnacla canadiense. No sé lo que sería. También había muchas limícolas como avocetas y cigüeñuelas. Nosotros nos acercamos más a las grullas cuando de repente...empezaron a volar todas, más de mil grullas había en una laguna no más grande que el embalse de Santillana. Hice muchas fotografías, pero sólo he elegido unas pocas.

Grullas en la laguna del Hito

Cuando el sol se puso, nos fuímos despidiéndonos de la laguna con una gran rapaz nocturna sobrevolando los campos de cereales. Al fin llegamos a Valencia, decansamos  toda la noche, y al día siguiente, nos fuímos al observatorio. Por la mañana estaba el cielo despejado de nubes y estuvimos viendo muchas especies de aves diferentes: agujas colinegras, una recientemente identificada por un ornitólogo amigo aguja colipinta, combatientes, cigüeñuelas, tarros blancos, cercetas, ánade azuón, águilas calzadas, aguiluchos laguneros, y algún que otro andarríos chico.

 Agujas colinegras en vuelo con una cigüeñuela

Combatiente, ánade azulón,agujas colinegras y una aguja colipinta (la aguja que es más clara)

Al final el día se nubló un poco, pero eso no impidió ir a los arrozales a ver si vemos algo. Y bueno, pues la verdad, vimos muchas aves, como el andarríos chico y el aguilucho lagunero.

 Andarríos chico

Aguilucho lagunero 

También la garza real y la garceta común se veían mucho, junto a las garcetas grandes y garcillas bueyeras.

Garcilla bueyera

Al día siguiente, otra vez fuímos al observatorio, pero no tuvimos mucha suerte. Estaban las cigüeñuelas, los tarros blancos, todas las demás especies de anátidas y los aguiluchos laguneros. Uy, que casi se me olvida, un bonito zampullín común se nos acercó lo suficiente para que yo le hiciera unas fotos.

 Zampullín común

Ratonero común

El ratonero común se confundía a menudo con el aguilucho lagunero, tenían algunas cosas en común, pero he podido saber que era un ratonero por sus manchas blancas en el pecho. El caso es que luego, en vez de ir a los arrozales, fuimos hacia el embarcadero del Saler. Y una vez allí, lo que ví me pareció alucinante, charranes patinegros no paraban de volar y charranes comunes, más pequeños que cualquier otra gaviota, que estaban también junto a los charranes, posadas en unos palos.

Charrán patinegro

Había muchos charranes, pero cuando nos imaginamos la de fotos que tendríamos al llegar a casa... nos volvimos a comer al Perellonet. Después de comer, fuimos directos a los arrozales pidiendo suerte. Cuando llegamos a los arrozales no había más que garzas y garzas. Pero el día pasaba tan rápido como mi cámara tirando fotos. Y por supuesto que no me olvido de las avefrías, unas elegantes aves de un tamaño pequeño. Había tantas que las confunfdí con unos correlimos menudos.

Avefría

Las fotos de los correlimos no me salieron muy bien porque ya no había tanta luz.  Y de repente, de todas las avefrías, salió un morito común. Y claro, un millón de disparos, con la cámara, fueron directos al ave, y mientras que nosotros estábamos fotografiándo al ave por un lado del coche, otros cientos más se escondían tras nosotros. 

 Moritos comunes

Morito común

Estuvimos haciendo fotos hasta que vimos que ya era todo lo mismo. Iba atardeciendo cada vez más rápido, así que, apresuramos la marcha. El bonito atardecer me dejó inpresionado, y pensé, "¿y si hay alguna garza u otra ave por aquí que le pueda hacer una foto buena con el atardecer?", y daba la casualidad de que, una gran garceta grande inició el vuelo y se posó junto al paisaje. 

Garceta grande junto al atardecer

Bueno, ya parecía que por hoy ya había sido bastante, pero no. A los 100 metros como máximo, había un tractor removiendo tierra con un gigantesco número de gaviotas reidoras, patiamarillas y cabecinegras. El vehículo iba sacando no sólo cangrejos, porque había garcillas bueyeras, garzas reales y garcetas comunes que tenían otras cosas como gusanos y algún insecto. Hice fotos con exposición larga, que capta la imagen durante el tiempo que quieras y si algo está enmovimiento, sale movido, claro, pero de una forma artística que le hace a la foto especial.

Gaviotas reidoras

Mientras mi familia estaba atenta a una garceta común que estaba muy cerca de la carretera yo estaba observando dos aves grandes con pinta de garzas que estaban posadas en un poste de alta tensión. Y descubrí que eran cigüeñas negras (especie muy escasa en el este de la península). Y casi al final de la visita a los arrozales, recordamos a las aves rapaces. Aguiluchos laguneros los había por todas partes, busardos ratoneros en todos los postes y, cuando ya salimos a la carretera, en el cruce del paseo y la cerretera, en una señal de STOP, un cernícalo descansaba a menos de un metro de mi cámara.

Cernícalo vulgar

Y  así terminó el día, el fantástico día.